Desde sus inicios, la cultura ha sido, tras la política y en algunas ocasiones la economía, la primera prioridad en Vontán; si bien la historia de inestabilidad de la micronación impidió muchas veces que se concretaran proyectos, lo cierto es que la producción cultural que se ha acumulado a lo largo de estos años no es despreciable.
Como ejemplo de producción musical, está en primer lugar el himno micronacional, una pequeña pieza instrumental para orquesta que fue compuesta exclusivamente por ciudadanos neoaltarianos. A nivel particular, el primer tema musical del que se tiene constancia fue creado alrededor de 2010 y donada al entonces activo Museo Micronacional. Se están haciendo intentos por recuperar esta pieza ya que el archivo original se encuentra actualmente perdido. En los últimos años se ha producido también música electrónica de baile. Aunque nunca se llegó a componer música folclórica neoaltariana, sí se hicieron experimentos y se intentó definir géneros a partir de combinaciones inusuales de instrumentos, escalas y métricas tomadas de la música tradicional de distintos pueblos del mundo.
Otra forma de cultura local vontanesa se exploró al diseñar bocetos de vestimentas tradicionales, inspiradas en los vestidos de los pueblos del desierto, con ornamentos varios, y con colores que van desde el crudo en todas las prendas, hasta el empleo de patrones coloridos.
Quizá la parte más desarrollada de la cultura neoaltariana son sus lenguas; las hay varias, y conforman experimentos lingüísticos que intentan combinar aspectos de idiomas puntuales o construir idiomas a partir de algún rasgo gramatical distintivo. Hasta la fecha existen el ruvasio, el denirense, el neoaltariano (denominación que se aplicó realmente a dos idiomas distintos), y la familia de lenguas vontanesas, de las cuales la llamada Variante del Sur es la más desarrollada.
